Estudios Durero, ha creado una técnica llamada Didú, que consiste en transformar los cuadros en esculturas en 3D con un relieve de hasta cinco milímetros de imágenes planas, con el objetivo de que personas con alguna deficiencia visual pueda disfrutar de las exposiciones pictóricas a través de otros sentidos, que no sea el oído (utilizado hasta ahora como método tradicional), si no que pueda dar rienda suelta a su imaginación a través del tacto, permitiendo acercar el arte a todo el mundo.
Esta técnica consta de varias fases. En la primera de ellas se fotografía la imagen en alta resolución. Después, se hace una selección de las texturas y volúmenes más idóneos para guiar las manos de la persona. Esta parte del proceso lleva para cada imagen unas cuarenta horas de trabajo y los volúmenes quedan definidos e imprimidos con una tinta especial. Posteriormente, tras otro proceso de unas doce horas de duración, se aplica un procedimiento químico que consigue dar volumen a elementos inicialmente planos. Por último, se hace la impresión de la imagen real y con los colores originales, en tamaño de unos 80 x 120 centímetros, apropiado para que pueda ser recorrida y abarcada con las manos.
El Museo del Prado acoge la exposición desde el 20 de Enero hasta el 28 de Junio "Hoy toca el Prado", que se compone de 6 reproducciones en Didú, de obras características de la pinacoteca, como son:
- El Caballero de la mano en el pecho, El Greco
Con esta exposición vemos que el museo intenta acercar el arte a toda la población gracias a este método, pero no deja de ser algo temporal y no duradero en el tiempo. Además, estas personas sólo tienen acceso a través del tacto de 6 cuadros.
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